martes, 6 de octubre de 2015

EN EL SOPLO DEL VIENTO

EN EL SOPLO DEL VIENTO...


Cada momento que pasaba lo recordaba mas, parecía imposible que hasta en aquella situación su mente le traicionara de tal manera, ya hacia mas de un mes que intentaba ya no verle, no llamarle, no pensar siquiera en el, pero ante aquello no podía mas que resignarse calladamente se sentó en donde pudo, tocando intentando mostrar lo menos de interesa que podía, fingiendo que no le sorprendida aquella escena, pues allí frente a sus ojos, estaba la imagen mas impactante que pudiese imaginar.


 Recordó cuando pequeño, corriendo por una pequeña loma, llena de flores, donde el soplo del viento, como en un susurro le hablaba y le decía su nombre, aquel nombre desconocido para él en ese momento, pero tan familiar en su piel, en sus dedos y en su cabello, le gustaba correr porque era como sentir una caricia en toda su alma, aunque vestido se sintió  desnudo pues ante aquel susurro no había nada que ocultar, aunque no tenia nada que callar, ni siquiera le interesaba hacerlo, se sentía tan el, tan puramente conectado con algo, que no podía ver, escuchar pero si sentir a cada momento que el viento le llevaba hacia sensaciones tan extrañas y maravillosas.

 Cuando vio por primera vez aquellos labios se encontró a si mismo tan vulnerable, tan expuesto en sus sensaciones y emociones, que se tuvo que tapar con ambas manos intentando no estar de esta manera frente a aquella persona que aunque desconocida le provocaba esa sensación tan maravillosamente familiar, sentía que su cuerpo vibraba como en una canción, tan antigua, tan automáticamente embriagante, que cuando esos labios soltaron como una bomba una hermosa sonrisa, perdió el equilibrio y cayo de la manera mas torpe, tan fácil como si el aire hubiese derribado un pequeño montículo de hojas secas de aquellas que caen en otoño, y que les gusta jugar al amor.

 Pero cuando sintió morir fue cuando detrás de aquella hermosa sonrisa vino una mirada que le transporto a un universo tan lejano, lleno de si, donde aquella voz se materializo, esa voz de su niñez y de su juventud que por primera vez tenia rostro, textura, calor, ese calor tan familiar que le hacia dormir en aquellas tardes de otoño, con un suave susurro que le hacia sentir que todo era perfecto, que todo estaba bien, que aunque en ocasiones todo se colapsara a su alrededor,como cuando murieron sus abuelos, o cuando su padre enfermo, cada momento difícil, aquella voz le llenaba de confianza y de ese sentimiento de fortaleza,  de protección.


 Su voz preguntando si estaba bien y sus grandes, penetrantes y enormes ojos, llenos de esa luz tan confortante, eran demasiado para una persona que llevaba una sencilla, a veces gris existencia, de monotonía, conformismo, hacia tiempo que se había dado por vencido, vivía el día a día, pero no tenia ya sueños, solo recuerdos de una infancia feliz, de tiempos donde todo salia de alguna manera bien, pero cuando todo de verdad se colapso fue cuando esa voz se esfumo, simplemente un día dejo de sentirla, de escucharla, un día el viento dejo de traerla, la busco en muchas personas, lugares, situaciones, pero ya no llego, hubo imitadores que le ilusionaron pero que luego lo lastimaron, hasta que se apago totalmente, fue como un parpadeo simplemente dejo de estar y en ese momento fue gris como todos los de su alrededor.

 Pero finalmente estaba frente a él, le saludo, le ayudo a levantarse, incluso lo sacudió, se presento trabajaba frente a su propia oficina, se presento cordialmente, fue tan amable, pero estaba tan asustado, en un verdadero shock, no pensó encontrase nunca frente a frente con la persona que estaba en sus sueños, anhelos, ilusiones, pero no pudo con tanto y salio corriendo. Lo vio varias veces en los siguientes días, semanas y meses, pero jamas se atrevió a acercarse, incluso huía de el, pues tenia un gran temor, que esa fantasía se rompiera como una esfera de cristal, temía perder aquellos recuerdos tan preciados para el.

 Así que verlo allí parado frente a la puerta de su oficina con un cartel que decía "Soy tan real como quieras" fue tan represivo, mas aun cuando el corrió hacia el para volverla a levantar como la vez en que se conocieron por primera vez, sintió desvanecerse, pero pensó cuando toco su mano y escucho su voz, que quizás ya era hora de vivir la realidad, dejar que el amor le tocara de manera directa, sinceramente que mas podía pedir, estaba justo allí, y como aquellas tardes en las que escuchaba el soplo del viento, llevando su voz,  tan lleno de todo lo que siempre quiso, soñó, anhelo, que estallara su corazón parecía inminente, quedo sordo por un instante, para escuchar un latido, no el suyo, sino el de el, que lo sostenía en su pecho, un calor tan familiar lleno su vida...